Luego de años de acuerdos, desacuerdos, discusiones y contentamientos, el 100% de las acciones de la proveedora de internet inalámbrico ví­a celular Clearwire fueron adquiridas el lunes por Sprint.

Antes de la adquisición, Sprint sólo poseí­a la mitad (aproximadamente) de las acciones de Clearwire, y aunque tení­a voz y voto, no tení­a control absoluto de la empresa (para eso se necesita mayorí­a-60% o más). Al adquirir el restante 50%, Sprint ahora es “dueña y señora” de los activos (y las deudas) de Clearwire.

Al ser dueña de los activos, Sprint tiene ahora a su haber un gran puñado de espacio en la frecuencia 2.5gHz (es como decir, adquirió un canal de televisión por el cual transmitir) que habrá de usar para implementar en algunos casos y expandir en otros su red 4G LTE, algo de lo cual carecí­a y que poní­a en entredicho su entrada al mercado de internet inalámbrico 4G LTE. Hay que recordar que al igual que un equipo de baloncesto no es nada sin sus jugadores, una compañí­a de telefoní­a móvil no es nada sin las frecuencias necesarias para ofrecer su servicio.

Es así­ entonces que Sprint, luego de haber recibido una infusión másiva de dinero por parte de la empresa de comunicación japonesa Softbank, procedió a implementar su plan de qué hacer con la “ayudita” de Softbank, y este es el resultado.

Cabe señalar que aunque Clearwire nunca se estableció en Puerto Rico de manera oficial, sí­ fue la primera en ofrecer un servicio de datos 4G aquí­ y en Estados Unidos por medio de la difunta (o en ví­as de extinción) tecnologí­a WiMax.

Sprint pagó cada acción a US$2.97, un 128% por encima del valor de las acciones de Clearwire el dí­a que se cerró el negocio. Esto totaliza US$2,200 millones de dólares.