Hace unos meses atrás tuve la oportunidad de participar en un segmento de un programa de televisión en Telemundo en el que se discutió la situación de Uber en Puerto Rico y cómo varios gremios, los taxistas siendo los principales actores de este drama, se oponen a que operen en la isla.

Si no has estado al tanto de qué es Uber (y su competencia Lyft, entre otros), aquí­ te va el resumen: es un servicio de transportación pública que para usarlo no tienes que llamar por teléfono a un centro de despacho, indicar la dirección donde te habrán de recoger y pagarle directamente al conductor o chofer (con propina, si quieres) una vez llegues al destino.

En vez, con Uber o su competencia Lyft usas tu celular para indicar tanto el punto de recogido como el destino (gracias al GPS), y una vez obtengas un estimado (si quieres) de cuanto costará el transporte o viaje, lo confirmas en el mismo smartphone (mediante un app). Contrario a la transportación pública tradicional, con estos nuevos servicios tu tienes un estimado confiable de en cuanto tiempo te recogerán y llegarás a tu destino, el costo, el nombre del chofer que te recogerá, marca/modelo/color de su auto y pagas directamente en el app. Cero preocupaciones, incluyendo la de tener efectivo a la mano para pagar el viaje y/o dar propina.

La polémica acerca de estos servicios de nueva generación no es de reciente creación. En ciudades alrededor del mundo, ambas empresas han confrontado serias fuerzas de oposición a su establecimiento. En Puerto Rico, quienes se oponen han recurrido a los medios de comunicación y métodos de expresión pública para dejar claro en la opinión pública que “aquí­ no queremos eso” porque va a costar empleos, son una amenaza pública, etc.

En el programa que participamos tanto este servidor como un representante de un grupo de taxistas, estos últimos insistieron en el mensaje de que estos servicios son malos para la isla y que los taxistas ya estaban trabajando en una solución para “modernizar” el servicio que le dan a sus clientes por medio de una aplicación. ¿Cuando fue esto? 18 de agosto de 2015.

A casi seis meses de dicha promesa, ¿dónde está la aplicación de los taxistas en Puerto Rico que los ayudarí­a a convencer a la opinión pública que en esta isla no hace falta Uber?

No está. Aún no existe.

Yo ellos, a estas alturas y con lo que sigue ocurriendo en el mundo de la tecnologí­a con sus avances y vientos de cambio, ni me preocupo por lanzar nada, si total, al final todo será para nada.

Me explico.

LOS ROBOTS

Viernes, 15 de febrero de 2041.

Se ha registrado una significativa baja durante los pasados 10 años en ví­ctimas por consecuencia de accidentes de tránsito, y la legislatura de Puerto Rico ha decidido dar paso a la discusión entre sus miembros de cómo proceder para convertir en ilegal el que se pueda conducir en las calles.

¿Cómo es eso de que sea ilegal el conducir? ¿No es acaso ahora, febrero de 2041, el mejor momento para conducir gracias a la enorme baja en accidentes de tránsito?

Sí­, lo es, pero es que las cosas han cambiado, porque a pesar del crecimiento poblacional que ha experimentado la isla luego de haberse recuperado de la terrible debacle económica que sufrió a principios de este siglo (ahora Puerto Rico cuenta con 4.3 millones de habitantes), la baja en accidentes es gracias a que menos personas están conduciendo.

¿Te acuerdas que para allá para el año 2015 se empezó a escuchar que la empresa que conocí­amos como Google habí­a hecho grandes avances en vehí­culos que se conducen solos, y que la también pionera empresa Tesla dotó a ciertos de sus modelos la capacidad de que se conduzcan solos con tan solo una actualización a su software? Bueno, pues eso causó que los autos, equipados con programación y equipos necesarios para convertirlos en automóviles robots evolucionaran, mejoraran y alcanzaran a convencer a una gran parte de la población que en estos menesteres, las computadoras pueden hacer un mejor trabajo que cualquier ser humano.

Ese avance nos trae a este punto en el que hoy, febrero de 2041, sea innecesario el conducir un vehí­culo, habiéndose ya demostrado lo anteriormente mencionado, y que los pocos accidentes que aún se registran fueron causados el 100% de las veces por seres humanos que aún cuentan con una licencia de conducir.

Miércoles, 4 de junio de 2042.

Luego de más de un año de intensos debates, la legislatura aprueba la eliminación de las licencias de conducir, convirtiendo en un acto ilegal el que un humano conduzca por las calles de la jurisdicción de Puerto Rico. El que un ser humano conduzca un vehí­culo de motor será análogo a lo que ocurrió con los caballos: será una actividad estrictamente de placer y confinada a ciertos ambientes.

¡TAXISTA, APROVECHA AHORA QUE AÚN HAY TIEMPO!

El escenario que acabo de describir es uno totalmente plausible, y de hecho, lo dejo escrito aquí­ como una predicción de mi parte.

De aquí­ a 25 o 30 años no habrá necesidad de choferes ni taxistas porque los sensores y software para vehí­culos de motor que ahora mismo están en desarrollo se ocuparán de una manera más eficiente y segura de lo que hoy es un oficio, pero que mañana será una tarea mundana y repetitiva.

Los tapones serán cosa del pasado gracias a que la comunicación entre vehí­culos mantendrá el tráfico fluyendo.

No habrá personas malhumoradas ni aprovechadas transportándonos de punto A a punto B. Sólo habrán máquinas que nos transportarán dentro y fuera de la ciudad a nuestro antojo a precios razonables y con asombrosa rapidez.

Entonces, ¿dónde quedan ustedes, los taxistas y choferes?

Todo lo que aquí­ he expresado ha sido un preámbulo a la idea central de este escrito que a continuación presento punto por punto y que es mi mensaje a todo el que piensa que las cosas se van a mantener tal y como están si lo pensamos y lo deseamos y lo rezamos y cabildeamos y nos oponemos a esto todos los dí­as:

1. aprovechen AHORA, mientras aún se puede guiar, y mejoren la calidad del servicio que actualmente ofrecen
2. no le pongan más trabas a Uber y a Lyft, porque tarde o temprano será inevitable, y es mejor ahora que más tarde, cuando sea inevitable

No esperen a que la sociedad acepte en definitiva la automatización de la transportación porque eso, quiéranlo o no, va a ocurrir.

LO MISMO VA PARA UBER Y LYFT

Para que los amigos taxistas no se sientan del todo mal, aquí­ les va otra predicción.

Todo el que hoy piensa que Uber y/o Lyft son empresas que habrán de ofrecer empleo a muchas personas y que dicha oferta se mantendrá por años y años les advierto lo siguiente: lo mismo que le pasó a los taxistas también les va a pasar a ustedes.

Ya Uber está trabajando en cómo ofrecerá sus servicios en un futuro donde los autos se conduzcan solos. Ellos saben que el elemento humano eventualmente quedará fuera de su modelo de negocios, por lo que veremos cómo en un futuro a largo plazo, la cantidad de conductores de carne y hueso que trabajan en Uber comenzará a disminuir paulatinamente a medida que sean reemplazados por autos que se conducen solos. Es ahí­ donde, por esas vueltas que da la vida y que son impulsadas por el progreso y el avance tecnológico, llega el momento en el que dejas de estar en la parte de arriba de la rueda.

Justicia poética para los taxistas, y un aviso a la humanidad de que la profesión de chofer pasará a la historia. Sólo les va a quedar como opción re-adiestrase en otro oficio.

A todos los choferes en general, sean taxistas o que trabajen con Uber o Lyft, les digo lo siguiente: ¡aprovechen ahora que aún hay tiempo y empiecen a hacer sus ajustes!