Un dí­a como hoy en 1982, la invasión musical británica de los 80 estaba en pleno proceso. Sin embargo, otra invasión justo habrí­a de iniciar.

En esos tiempos, Japón era sí­mbolo de tecnologí­a. Todo lo impresionante, innovador y hasta increí­ble vení­a de la tierra del sol naciente, y en la mayorí­a de los casos, era marca Sony.

Y precisamente de esta venerable empresa nipona nació, gracias a una colaboración con la compañí­a holandesa Philips, el formato para música Compact Disc.

No sorprende entonces que en los libros de la historia de la tecnologí­a electrónica para el consumidor haya quedado registrado en blanco y negro que el primer reproductor o player de discos compactos o CDs fue puesto a la venta por Sony.

Se trata del CDP -101, vendido en Japón a un costo de JPÂ¥168,000, lo que equivale (en aquel entonces) a unos US$730. Con el ajuste por inflación, hoy dí­a este costarí­a unos US$1,799.

Tení­a control remoto infrarojo, podí­as repetir una canción, todas las del CD o de punto A punto B. Además, tení­a uan función de temporizador (esa palabrita…) o “timer”, y control de volumen para audí­fonos o cascos. Lo que aún me pregunto es que se supone hací­a la tecnologí­a “Linear Skate” a la hora de uno colocar el CD en la bandeja y oprimir el botón para cerrarla. Hablando de la bandeja, ¿sabí­as que el prototipo contemplaba que el CD se insertara de forma vertical y no horizontal? Fí­jate tú como son las cosas…

Un vistazo rápido a la web me llevó a encontrar que Sony aún mantiene una página de apoyo técnico o support para este modelo. Ante esto, una sola palabra: wow. Además, el sitio corporativo de Sony en Japón reconoce el lugar en la historia que este equipo tiene y la ha dedicado una página en la sección de la historia de la compañí­a.

Ya sabemos cual fue el primer reproductor. ¿Sabes tu cual fue el primer CD de música popular que salió a la venta? Te dejo esa asignación para que nos digas en los comentarios, pero aquí­ un tip: fue un grupo de Escandinavia. 🙂

LLEGUí‰ TARDE A LA FIESTA

No sé cual habrá sido tu experiencia, pero yo tardé años en tener un reproductor de CD.

En 1987, tras solicitar crédito en una tienda de muebles y enseres llamada Borg Warner, adquirí­ lo que entiendo se convirtió en mi primera experiencia crediticia: un sistema de sonido JVC que incluí­a todo lo que necesitaba. Sin embargo, el CD Player aún no llamaba mi interés. Luego de varios meses de estar escuchando cassettes y discos de vinil (“LP”) es que viene a mi la curiosidad por el CD.

Es entonces que decido comprar mi primer CD: “Notorius” del grupo británico Duran Duran, uno de un creciente grupo de discos compactos cuya producción fue enteramente digital. Grabación, masterización (“mastering”), y por supuesto, reproducción por medio del CD.

Ya yo tení­a este album en cassette, por lo que sabí­a que la calidad de sonido de este era excepcional. Pero jamás pensé que la calidad de sonido del CD me habrí­a de volar la cabeza.

Recuerdo ese momento como si fuera hoy: conecté audí­fonos, desempaqué el CD, lo puse en la bandeja del CD player, seleccioné la canción #2 (“American Science”) y le di Play.

Estar acostumbrado al sssssssss del cassette y los click y pop del LP para pasar a la experiencia de escuchar esas trompetas y saxofones al inicio de la canción entrando en un silencio absoluto y con una definición sonora impecable…

TARARA! TARARí! Tí! TARARí!