Esto que describo a continuación no era lo que en realidad tení­a en mente hacer en la madrugada del viernes, 19 de septiembre.

Luego de haber hecho el primer ví­deo en español en internet sobre el iPhone 6, salí­ a la calle a hacer un recorrido por varias tiendas del área metropolitana de Puerto Rico que sabí­a probablemente tendrí­an a la venta los nuevos smartphones de Apple. El propósito: palpar el nivel de aceptación que estos habrí­an de tener durante su primer dí­a de venta en la isla del encanto.

Esto ya lo habí­amos hecho en años anteriores, pero los tiempos han cambiado, y no encontré tantas personas como en antaño, algo que para mi era de esperarse por la multiplicidad de opciones que tanto Apple como las empresas de telecomunicación móvil ofrecen para ordenar el teléfono y no tener que hacer fila. Aún así­ fuí­, llevando en el único bolsillo frontal de mi camisa una gran sorpresa.

Lo que sí­ encontré fue algo totalmente inesperado e inolvidable. Tan es así­, que luego de visitar varios sitios por espacio de tres horas, terminé llegando a casa pensando en lo mucho que disfruté la experiencia y deseando que vuelva a darse la oportunidad de repetirlo.

No amigos, no conocí­ a la mujer de mis sueños.

Más bien, encontré lo que muy fácilmente pudiera aquilatar como el proverbial “millón de amigos” de los que habla una famosa canción de Roberto Carlos.

Tras identificarme como parte del equipo de Tecnetico.com (y alegrarme enormemente de saber que en todas las ocasiones confirmaron que nos conocen), tuve inspiradas y altamente interesantes conversaciones sobre múltiples temas de tecnologí­a, empezando claramente con el asunto que originalmente nos reunió: los nuevos iPhone, seguidos por el Apple Watch, la competencia con Android y Samsung….¡tantas cosas hablamos que me dieron muchos deseos de quedarme con ellos toda la noche, aún cuando no tení­a intenciones de comprar nada!

Tanto en la sede de AT&T en la Calle Ortegón en Guaynabo, la sucursal de la Ave. Roosevelt, la entrada principal a Plaza Las Américas (por la Avenida Chardón) y hasta el recetario de una farmacia abierta 24 horas en el área de San Patricio, sentí­ una enorme alegrí­a, camaraderí­a y hasta genuino sentido de amistad entre todos los que allí­ estaban, aún cuando esa misma noche algunos de ellos se habí­an conocido.

No tengo sus nombres, pero si tengo imagenes que pude capturar y que atestiguan parte de lo que allí­ pasó.

A todos ellos, gracias por compartir sus historias, opiniones y buena vibra conmigo. Sólo espero que ya sea en otro lanzamiento, o por ahí­, por donde nos lleve la vida, nos volvamos a encontrar y así­ estrechar sus manos (y si no me acuerdo y me acerco a saludarlos, ¡por favor acérquense ustedes!).

Nuevamente, gracias por la buena onda y las fantásticas conversaciones que tuvimos y que son ejemplo que socialmente podemos  sin duda dar el ejemplo.

Ah, perdón. There’s one more thing…

Una cosa más, una cosa más.

No tengo ví­deo, pero jamás olvidaré en mi mente la reacción de ustedes cuando, luego de preguntarles si alguno ya habí­a visto el iPhone 6, saqué del bolsillo frontal de mi camisa la gran sorpresa: el iPhone 6 que nos prestó T-Mobile y que usamos para grabar el ví­deo que anteriormente mencioné. Todos quedaron maravillados, e inclusive, algunos de ustedes reconsideraron el modelo a adquirir tras poder ver, horas antes de que fuese puesto a la venta, una de las nuevas máquinas de Apple.

Me dieron una gran satisfacción al poder ver de primera mano sus reacciones y conocer sus opiniones del mismo. Será un evento de varios que ocurrieron esa noche, pero ciertamente, uno de los que más atesoraré.

Ahora sólo nos queda continuar trabajando para, en un futuro no muy lejano, lograr hacer eso mismo para los cientos de millones de habla hispana en todo el mundo.

Para concluir, repito la frase que usé cada vez que me retiraba de los lugares visitados:

“¡Espero que consigan el iPhone que quieren, en el color que quieren, con la capacidad de memoria que quieren y el tamaño de pantalla que quieren!”

🙂